Se suspendió la Superfinal entre River y Boca: se juega mañana a las 17

La Conmebol resolvió que no se juegue el partido a raíz de los serios disturbios ocurridos antes del partido y que dejaron a varios jugadores de Boca heridos. Se jugaría mañana a las 17

Otra jornada triste para el fútbol argentino. La Superfinal entre River y Boca se suspendió a raíz de los graves incidentes que empañaron el sábado. La revancha de la serie decisiva de la Copa Libertadores 2018 fue reprogramada para mañana a las 17.

«Ninguno de los clubes quería jugar. Fue un acuerdo de caballeros. No estaban dadas las condiciones», afirmó Alejandro Domínguez -presidente de la Conmebol- a las 19.25, apenas conocida la noticia.

Un día de locura

Los disturbios comenzaron a las 15, cuando el micro de Boca fue atacado a piedrazos en su llegada al Monumental. Hubo tres jugadores de Boca heridos. Pablo Pérez, con un astilla en el ojo izquierdo y un corte en el brazo izquierdo, fue el más comprometido y debió ser trasladado al Sanatorio Otamendi. También afectados por el ataque, los juveniles Agustín Almendra y Gonzalo Lamardo lo acompañaron.

Instantes después se instaló la primera versión que hablaba sobre una posible suspensión. Y se armó la primera reunión de urgencia entre Daniel Angelici, Rodolfo D’Onofrio y Alejandro Domínguez, presidentes de Boca, River y la Conmebol, respectivamente. La postura de Boca era clara: no jugar. La Conmebol, impulsada por la FIFA, presionaba en sentido contrario: quería la final sí o sí.

El partido, a nivel deportividad, ya había quedado en un comodísimo segundo plano. La locura gobernaba la escena.

El reloj dio las 19, el inicio del encuentro seguía entre signos de interrogación y entonces se desató una nueva serie de despropósitos: más incidentes en el acceso al Monumental y, al toque, se filtró que Pablo Pérez estaba dispuesto a jugar el partido. El capítulo final de los disturbios le dio el empujón que le faltaba a la decisión de suspender. Sin embargo, faltaba una escena más: Rodolfo D’Onofrio concedía una entrevista televisiva y tuvo que interrumpirlaintempestivamente a raíz de nuevos incidentes en los pasillos del estadio.

¿El saldo? Cinco detenidos y 24 demorados a raíz de los desmanes. Y una decisión: jugar mañana a las 17. ( Telam)

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