Al respecto el Licenciado Di Giano comentó: “atravesamos en total unas siete horas juntos, dos días, trabajando duro, saliendo de nuestra zona de confort, mirándonos a los ojos y permitiéndonos observar cómo se siente estar en conexión conmigo mismo y con los demás. Avanzamos de a poco, gradualmente construyendo la comunicación y creando un espacio seguro para ser, solo ser, soltando a los personajes que aprendimos a usar y encontrándonos con las personas. Experimentamos diálogos conmovedores que trajeron claridad sobre lo que vivenciamos como individuos y como equipo. Me emocioné mucho, presencié como jóvenes jugadores podían expresar sus necesidades y anhelos y el resto del equipo estar ahí para apoyar, y acompañar sin juzgar. Vi a un director técnico liderando desde un espacio vulnerable y paternal, un lobo humilde, sin intentar aparentar o ser perfecto, solo ser, buscando estar ahí en conexión con su realidad y la de los demás, siempre atento al bienestar de su gente. Vi a los mayores buscando ayudar con su experiencia a los más jóvenes y a los jóvenes inspirando con su apertura y sensibilidad y viceversa.

“Tomé conciencia de que estos jugadores talentosos entrenan a diario para dar lo mejor, avanzar en sus carreras profesionales, muchos de ellos lejos de sus familias y que les toca lidiar con esto del ganar y el perder, las expectativas y presiones externas e internas”.

“El entrenamiento en liderazgo pasa por como liderarme a mí mismo en ese camino y lograr el mayor estado de liberación y bienestar explorando y acrecentando mi potencial personal. Si esto se logra acompañado y en comunidad mejor todavía”, subrayo el facilitador del encuentro Circling.