El escenario donde se desarrolló el certamen funciona el Centro de Desarrollo del Voley de Brasil, un complejo con más de 100.000 metros cuadrados con vista al mar.

El equipo argentino le tocó jugar en la zona A, que estaba formada por cinco equipos y en la que ganó tres partidos y perdió uno; por lo que compartió el primer puesto de su grupo con Castello.

En el cruce de octavos de final le tocó volver a cruzarse con Castello, último campeón del certamen, y fue derrota 2-0 con parciales 23-25/22-25. De esta manera se despidió de este gran torneo con muy buena imagen y gran experiencia para los jugadores bataraces.