Loma Negra se despega de causa en Nueva York
Presentación, algo bizarra, acusa a la compañía por haber perdido dinero en Wall Street debido a la crisis y a los casos de la corrupción en el país. La empresa aclara que no está nombrada en la causa «cuadernos».
Carmona la acusa de las pérdidas financieras causadas por la crisis argentina de este año y por la participación en supuestos hechos de corrupción referidos a la causa “cuadernos”. La empresa, una vez que llegue la comunicación, tiene ya preparada su defensa: Loma Negra no participó per se en ninguna licitación vinculada en esos hechos; y, en todo caso, la que debería dar respuestas sería la brasileña Camargo Correa, accionista mayoritaria de la empresa argentina, pero cuya constructora se maneja desde Brasil.
Los accionistas demandan además a los bancos que intervinieron por haber presentado tanto la situación de Loma Negra como la del país con una ponderación muy superior a la real, luego de analizar las consecuencias de la crisis económica y financiera argentina de este año.
Las argumentaciones contra Loma Negra presentadas ante los tribunales son durísimas. En un primer párrafo se habla de “sobornos pagados durante la administración Kirchner para obtener contratos en la obra pública de Argentina, incluyendo la construcción de la planta de tratamiento de aguas del Bicentenario en la provincia de Buenos Aires”. La mención hace referencia a la planta depuradora de líquidos cloacales “Del Bicentenario” ubicada en Berazategui, inaugurada en 2014 y definida por el Gobierno anterior por la obra de saneamiento más importante de la Argentina y una de las mayores del mundo. Según la presentación, sufrió un “daño reputacional” y un “impacto adverso en los negocios” por los “casos de corrupción en marcha”, en referencia a la causa Cuadernos. Según la presentación, los casos de “corrupción masiva” donde está incluida la “compañía matriz de Loma Negra” ponen hoy en serio riesgo la vigencia de la obra pública para infraestructura necesaria para la Argentina. Menciona la presentación judicial que la presencia de Loma Negra en las acusaciones de corrupción provocará que la compañía quede excluida de futuros contratos de obras públicas.
Además, y dentro de los riesgos financieros, mencionan los demandantes que la política del Gobierno de Mauricio Macri de severo ajuste fiscal impulsado por la crisis económica generó retrasos en los pagos a los contratistas de las obras públicas (algo que en realidad no está ocurriendo) lo que afectaría a todo el mercado de la construcción civil, incluyendo a Loma Negra.
Estas acusaciones contra Loma Negra son, en realidad, bastante bizarras. E incompatibles con el capitalismo moderno, entendiendo este como la posibilidad de ganar o perder dinero apostando por un activo. Especialmente si este se negocia en una Bolsa de comercio. Si cada vez que un ahorrista pierde dinero se debe resarcir económicamente al que tuvo una disminución en su activo, no habría capitalismo posible. Esto puede aplicarse a la causa Loma Negra: al menos en la primera acusación. En la segunda, la compañía asegura que puede aclarar que la cementera no tiene por qué ser acusada, al menos directamente. Directivos de la empresa aclararon que la compañía no se presentó directamente en ninguna obra pública, sino que su actividad es la de ser proveedora de las constructoras que sí participan. El negocio de Loma Negra, que maneja el 45% del mercado interno de cemento, abarca un 20% de la provisión del material en la obra pública nacional, y nunca por presentación directa, sino como proveedora. Además refuerza su posición afirmando que en la causa “cuadernos” Loma Negra nunca está mencionada.
La construcción de la planta de tratamiento de aguas “Del Bicentenario” en la provincia de Buenos Aires, la obra en cuestión que menciona el litigante (y que figura en el caso de los “cuadernos”), es en realidad un proyecto conjunto entre la brasileña Camargo Correa y Esuco, empresa del expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Carlos Wagner). Es la única obra pública en la que participaron los primeros, en un proyecto iniciado en 2009 y que finalizó en 2015 y que demandó una inversión de 400 millones de pesos. Para financiar la obra, los brasileños consiguieron que el 40% del presupuesto sea financiado por el banco de desarrollo de ese país BCDES, mientras que el 60% del dinero restante fue aportado por el Estado Argentino. Por esa operación Camargo Correa figura en la causa “Lava Jato”. Por su parte, por este mismo contrato, el que figura en la causa “cuadernos” es Esuco. La que no figura es Loma Negra, que, en todo caso, fue proveedora de cemento.
Esta presentación se suma a una anterior de julio pasado, donde otros tenedores de acciones, en plena crisis financiera y antes del estallido de la causa de los “cuadernos”, reclamaban ante los mismos tribunales de Estados Unidos por no haber anticipado las consecuencias de la crisis financiera argentina en las acciones de la compañía en Nueva York. Y que durante la presentación de la IPO no se advirtió desde los bancos colocadores (JPMorgan y Alaria) sobre la endeblez de la situación fiscal del país y de la cercanía que las cuentas públicas argentinas tenían de un eventual default. La presentación, en ese momento y con esos argumentos, también resultaba a primera vista judicial y financieramente poco sólida. En definitiva, según la jurisprudencia del capitalismo, perder dinero por una crisis cambiaria y estructural está dentro de la esencia del capitalismo. Sin embargo, el mismo argumento es el que volvió esta semana, pero agravado por la vinculación de Loma Negra con las causas de corrupción vinculadas a la obra pública en el Gobierno anterior y las consecuencias negativas derivadas de estos hechos en el valor de las acciones. Esto habría violado las leyes de ética pública y perjudicado, en consecuencia, el patrimonio de los accionistas. La crisis y la falta de anticipación de los bancos sólo habrían agravado la situación.
La IPO había sido lanzada en noviembre de 2017 en un estruendoso acto en Wall Street. Por esa operación la cementera propiedad de los brasileños de Camargo Correa recaudó unos u$s980 millones. En ese momento, Sebastián Maril, analista de Research for Traders, advirtió que “este juicio abre las puertas a cualquier accionista que inicialmente compró acciones en un IPO el año pasado o anteriormente y sus colocadores no lograron “anticipar” la situación económica argentina y las decisiones del Gobierno sobre el sector de la construcción (citados en la demanda), inicie demandas similares contra otras empresas”. La emisión de las IPO correspondieron a unas 50.200.000 American Depositary Share (ADS), equivalentes a 251 millones de acciones ordinarias (u$s3,80), que representan cerca del 40% del valor total de la compañía. Las explicaciones que Camargo Correa había mencionado en la colocación, era que ese dinero estaría destinado a financiar inversiones en capital en la Argentina. Loma Negra es el principal productor de cemento del país dominando el 45% del mercado.
Fuente: Telam
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