Abogado

Florencia Galarraga: «la abogacía es una de las profesiones más relevantes en la vida social de una comunidad»

En el día del abogado, Florencia Galarraga (Matrícula T° XI F° 116), dialogó con este medio, dónde nos contó sobre la profesión.

¿Por qué elegiste estudiar abogacía?

«Creo que  el velar por los derechos del otro, de la persona que uno tiene al lado y aquella que por sus propios medios no los puede hacer valer, el defender la voz de aquellos que no pueden o no saben de qué manera ser oídos, fue en  gran parte lo que me llevó a ejercer esta profesión». 

«La abogacía es una de las profesiones más relevantes en la vida social de una comunidad. El derecho es parte esencial de la vida cotidiana de las personas, vivimos en una sociedad en permanente conflicto, sumergida en una continua lucha de intereses, muy poco tolerante y eso hace que cueste aún más el acercamiento de posturas entre la gente. Por eso creo que más allá del abogado litigante, que es la figura que la mayoría se hace al hablar de esta profesión, es invaluable el rol del abogado conciliador, el que busca la solución del conflicto en el menor tiempo posible. Esa intervención profesional del abogado, de agilizar los tiempos para no dilatar aún más el conflicto en dos partes, creo debería ser el paradigma a seguir por muchos que ejercemos esta profesión dignamente».

¿Qué te llevó a estudiar esta profesión?

«Considero que es una de las profesiones más nobles que existe, muy devaluada hoy día tal vez por la imagen de muchos que optan por el ejercicio de la abogacía de manera un tanto desleal. Aunque siempre es loable destacar la labor de muchos otros, que portando la bandera de la ética y compromiso de justicia, le hacen honor a la misma».

¿Cuál y cómo fue tu primer trabajo?

«Primero hice mi práctica profesional durante seis meses en un Estudio Jurídico de acá de Olavarría, con el espacio que me brindó una colega y luego inicié el ejercicio de esta profesión en otro estudio también de esta ciudad, junto a dos abogadas con algunos años ya de experiencia que me brindaron las herramientas para el ejercicio profesional, que además está decir difiere mucho por supuesto de la teoría, como cualquier carrera universitaria».

¿Recordas tu primer caso?

«Mi primera causa fue una del fuero de familia, una contestación de demanda de alimentos y que por suerte se cerró de manera favorable, haciendo valer el derecho de mi representado y del menor involucrado por supuesto, la parte más vulnerable de estos casos y por quien uno en definitiva tiene que valer más allá de los intereses contrapuestos de los progenitores».

¿Cuál es tu especialización?

«Hoy en día hago de todo pero me inclino más por los fueros civil, comercial  y familia.

¿Como se encuentra hoy la profesión a nivel local? ¿Hay trabajo?

«Siempre lo hay. Más allá de la oferta profesional, que es mucha, el campo laboral es muy amplio. No hay que perder de vista que no sólo existe el abogado litigante, que es el más visible también está el abogado que ingresa a un tribunal/juzgado como auxiliar de la justicia, el abogado asesor, el abogado como docente».

Por último, ¿que cosas buenas tiene la profesión?

«Todo lo que vengo mencionando el velar por los derechos  del otro, en una sociedad en permanente conflicto, dónde cada parte pretende tener la razón sin escuchar la postura del otro. Para eso estamos los abogados, para intentar acercar intereses, buscar la conciliación y en caso de no ser posible, litigar y tratar de que no se demoren aún más los tiempos de la justicia. Siempre velando por esta última». 

Foto: elsigloweb.com

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