Vinculación tecnológica: la FIO, institución facilitadora y referente en toda la región
Vinculación tecnológica: la FIO, institución facilitadora y referente en toda la región, la pandemia fue una oportunidad y la Facultad de Ingeniería consolidó sus redes de articulación, en sintonía con el Estado y atenta a las demandas del entorno productivo regional. En el Día de la Vinculación Tecnológica, el director del Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación (CDEI) explica cómo se triangula el accionar en el presente, con la mirada puesta en el futuro.
“Van a surgir nuevas demandas y tenemos que estar un paso adelante, además de mantener la capacidad de respuesta ante las demandas actuales”, señala el ingeniero Joaquín Domato, en sintonía con los retos que plantea el desarrollo tecnológico en un mundo cada vez más dinámico y desafiante. En el «Día de la Vinculación Tecnológica», el director del Centro de Desarrollo Emprendedor e Innovación (CDEI) de la Facultad de Ingeniería de Olavarría analiza las “oportunidades” que trajo la pandemia y desde ese contexto, señala las perspectivas que se abren hacia el futuro y el rol que asume la FIO en su interacción con el Estado y el entorno productivo regional.
En 2019, el Consejo Interuniversitario Nacional estableció que el 4 de junio, fecha de nacimiento de Jorge Sábato, era válida para rendirle homenaje por ser el creador del conocido “Triángulo de Sábato”, un modelo de política científico-tecnológica que se sostiene a partir de la relación entre tres agentes. El primero de ellos es el Estado, que participa en el sistema como diseñador y ejecutor de la política; el segundo es la infraestructura científico-tecnológica, como sector productor y oferente de la tecnología; y por último el sector productivo, como demandante de tecnología.
“Cada actor del territorio sabe qué puerta golpear en la facultad para las demandas que tiene. Somos un punto de referencia en todo lo relacionado con la vinculación y transferencia de conocimiento y la resolución a partir de las necesidades que hay en el territorio”, enfatiza el ingeniero Domato.
El objetivo del CDEI es fomentar la cultura emprendedora y la innovación, facilitando la generación de nuevos emprendimientos y fortaleciendo los ya existentes. Promueven un espacio colaborativo, interdisciplinario e interinstitucional dentro del ámbito universitario, en apoyo a emprendedores que contribuyan al desarrollo económico regional con igualdad de oportunidades y equidad social, integrando la extensión, la investigación y la docencia.
Vinculación tecnológica, desde ese espacio «estamos cada vez más para escuchar demandas y generar respuesta para satisfacerlas”, apunta el profesional, consciente de que la FIO es voz autorizada. “Somos un punto de referencia. Tenemos laboratorio de Ingeniería Civil, de Electromecánica, en Industrial y Química. Cada uno con su área particular. Y desde el CDEI asistimos a los emprendedores” con apoyo y asesoramiento, comenta Domato.
Ahora, en medio de este ecosistema local y regional, cabe preguntarse cómo se plantea este modelo de triple hélice ideado por el físico y tecnólogo Jorge Sábato. “Es dinámico pero no es tan fácil de mostrar. Cada uno tiene su propia idiosincrasia. El Estado ha participado más desde programas para fomentar la vinculación tecnológica, a través del CONICET, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación y Desarrollo Tecnológico y la Innovación o el Ministerio de Desarrollo Productivo”, explica Joaquín Domato.
La capacitación es una de las instancias clave a la hora de fortalecer el rol de facilitadores entre las demandas de innovación tecnológica de los diversos sectores de la sociedad y los equipos de investigadores y profesionales dedicados a responder ante dichos requerimientos.
“Hicimos un curso de vinculación estratégica entre empresas y emprendimientos para el desarrollo de negocios innovadores, del Ministerio de Desarrollo Productivo de Nación para vincular con el sector industrial y ayudarlo a crecer en términos de grandes empresas, pymes y emprendimientos, apuntalando el crecimiento de las cadenas de valor”, grafica el responsable del CDEI.
Vinculación tecnológica, actualmente y a través de la Universidad Politécnica de Valencia, realizan una capacitación sobre la formulación de retos de innovación, con la intención de profundizar sobre las debilidades observadas en los países de la región para desarrollar políticas efectivas de apoyo a la innovación. “El objetivo es generar sinergia entre instituciones y organizaciones que son actores protagonistas de los respectivos sistemas de innovación”, indica Domato.
Mientras tanto, “seguimos en contacto con el Estado y con la industria pero en esa vinculación la interrelación es más bidireccional. Todos sabemos lo que hace el otro pero cuesta juntar las tres patas”, admite el referente de la FIO que asumió la conducción del CDEI en 2021 pero trabaja en dicho centro desde hace siete años.
Amoldarse y actuar:
No hay futuro sin tecnología y, de hecho, cuando el mundo entró casi en pausa por la pandemia fue la tecnología la que aportó soluciones y permitió sobrellevar la crisis sanitaria. En medio de ese escenario, la vinculación entre la ciencia, la tecnología y los sectores productivos se constituyó en uno de los procesos que más tuvo que acelerar el paso.
“Hay pymes que empiezan a crecer luego de haber encontrado la necesidad de cambiar que trajo la pandemia. Ya no se puede seguir haciendo lo mismo. Tuvimos que modificar en 4 meses la forma de pensar, de producir. Hubo que generar otras estrategias y eso nos abrió la cabeza para solucionar problemas no solo de la pandemia sino para pensar en qué otras cosas es necesario cambiar”, reflexiona el Ing. Domato.
Vinculación tecnológica, el covid-19 puso en jaque al planeta entero pero, al mismo tiempo, eso obligó a las sociedades a resignificarse y a reinventarse. “Siempre hablamos de las crisis como algo malo pero en realidad toda crisis encierra una oportunidad, nos ayuda a ver otras alternativas que no vemos por la vorágine. Ese quiebre que causó la pandemia nos llevó a pensar distinto”, dice el responsable del CDEI.
El mundo está en permanente cambio en cuanto a sus formas, modos y objetivos. “La industria 4.0, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la transición energética empiezan a impactar en la industria, que tiene que acomodarse. Pero no la industria sola; el Estado y la Universidad también. Es necesario acomodar la vinculación y el desarrollo a lo que se viene. Unificar esas tres patas para hacer vinculación y transferencia en sentido próspero”, remarca el profesional.
Pone como ejemplo el Respirador Argentino de Crisis (RAC) desarrollado en la Facultad de Ingeniería de Olavarría a la luz de la pandemia, que logró “generar proyectos satélites y posibilidades de vernos como un lugar donde podemos solucionar ciertas demandas, en contacto con Veterinarias y Salud, siendo generadores de las soluciones a distintos tipos de vinculación”.
¿Otro ejemplo? La Realidad Virtual Inmersiva (RVI). Hay desarrollos realizados con empresas textiles y cerámicas de la zona, con aplicación a procesos industriales, y también está el laboratorio de RVI impulsado por los docentes del Departamento de Ciencias Básicas de la FIO. “Eso es interno pero puede salir al territorio y lo que pasa acá puede convertirse en vinculación. ¿Cuántas facultades tienen clases de física? ¿Cuánta potencialidad tiene la posibilidad de generar esos entornos virtuales?”, expone con entusiasmo Domato.
No son los únicos desarrollos dentro del campus universitario. “En estos años la FIO ha generado semillitas en diferentes áreas para proponer mejoras en lo que está pasando en el territorio. Son iniciativas interna fácilmente transferibles”, asegura con entusiasmo el Ing. Domato.
Vinculación tecnológica, un paso adelante:
Una herramienta central sería disponer de indicadores que ayuden a contextualizar. “Con el CDEI, la Secretaría de Extensión, Vinculación y Transferencia (Sevyt) y el Municipio intentamos hacer un relevamiento industrial para saber qué demandas tienen las pymes, los emprendedores, las empresas y así proponer soluciones. Ese debería ser el camino. Lo tenemos en agenda”, comenta el Ing. Domato.
No es sencillo. Hubo algunos intentos pero con relativa participación. “Hay un proyecto similar con la Universidad y un proyecto de Ingeniería Industrial para obtener indicadores y generar propuestas. Con el cambio de plan de estudios sería bueno incluirlos”, reflexiona el ingeniero.
Lo cierto es que hay un antes y un después a partir del COVID-19. “Una cosa fue hasta 2019 y otra después de la pandemia. Hay que estar en sintonía con las tendencias en el mundo y el país”, asume el profesional convencido de que hay que agendar los imperativos del presente.
“Es necesario que las pymes respeten los ODS, más allá de lo que pase en Olavarría. Si se tienen que producir y comercializar vehículos eléctricos dejando atrás los combustibles fósiles, en la industria de cualquier lugar va a tener que adaptarse y deben generarse nuevos desarrollos. Desde Electromovilidad en la FIO se vienen haciendo proyectos y podemos hacer muchas cosas”, grafica el director del CDEI.
Otra punta de lanza gira en torno de “la Industria 4.0 y hay mucha gente idónea de la FIO que está trabajando en eso. Eso es el futuro en el corto plazo y eso exige la interacción entre las tres patas que conforman el Triángulo de Sábato. Van a surgir nuevas demandas y tenemos que estar adelantados. Responder antes. Creo que ese es el escenario ideal”, concluye el profesional, consciente de que la FIO mantendrá intacto su rol protagónico.