Sin Techo No Hay Patria: Esperanza Habitacional para 100 Familias en Olavarría
En medio de una creciente problemática habitacional que afecta a miles de olavarrienses, emerge con fuerza el movimiento «Sin Techo No Hay Patria», liderado por la Dra. Pamela Tigri y Cristian y Manuel Quintana. Esta iniciativa apartidaria se ha convertido en un faro de esperanza para un centenar de familias que buscan un acceso justo a la tierra y a una vivienda digna en la ciudad.
El movimiento nació hace apenas un mes, como respuesta a la compleja realidad que enfrentan muchas personas para conseguir un alquiler o una casa propia. «Somos más de 100 personas que estamos alquilando hoy y saben lo complicado que es el acceso al alquiler. Garantías, vivir el día a día es muy complicado», explica Cristian Quintana, reflejando la frustración de quienes no logran cumplir con los requisitos del mercado.
De la Utopía a la Realidad: Tierras Donadas y un Desafío Municipal por Delante
Lo que al principio parecía una utopía, la obtención de terrenos, se materializó de forma inesperada. Hace solo unos días, «Sin Techo No Hay Patria» recibió la sorprendente noticia de que un particular realizará la donación de dos hectáreas y media, con la posibilidad de sumar dos hectáreas adicionales. «Esto fue algo que durante todo este mes pensamos que iba a ser imposible, y bueno, logramos ese acceso», celebra Cristian.
Ahora, la mirada del movimiento se dirige al Municipio de Olavarría. El próximo paso es crucial: obtener las obras de infraestructura necesarias para urbanizar estos terrenos, lo que incluye alumbrado eléctrico y apertura de calles. «Vamos a ir con el proyecto de la municipalidad y vamos a solicitar diferentes cuestiones y vamos a ver si la municipalidad apoya el movimiento y a estas 100 familias que están detrás», afirma la Dra. Pamela Tigri, haciendo hincapié en la escasez de terrenos fiscales en la ciudad.
Un Esfuerzo Colectivo, Abierto y con Miras a la Autogestión
«Sin Techo No Hay Patria» se define como un colectivo de vecinos de distintos barrios de Olavarría, organizado formalmente como una simple asociación con su propia comisión directiva. Su carácter apartidario los impulsa a estar abiertos a todo tipo de aportes, ya sean del sector público o privado, para la financiación del proyecto. «Nosotros no estamos pidiendo regalos ni nada, estamos pidiendo un trato justo, creo que es un derecho de todo ciudadano el tener una vivienda digna», enfatiza Cristian.
El grupo es heterogéneo, incluyendo desde madres solas con hijos hasta parejas jóvenes. Se busca priorizar a quienes más lo necesitan, especialmente a madres solas con capacidad de trabajo. De hecho, el movimiento va más allá de la vivienda: están trabajando en la conformación de una cooperativa para abordar la problemática del empleo y ofrecer soluciones integrales. La visión es que, una vez urbanizados los lotes, los propios adjudicatarios, siguiendo la tradición de autoconstrucción de Olavarría, levanten sus viviendas bajo un estatuto interno que asegure el uso de los terrenos y evite que queden ociosos.
Aunque el grupo actual está conformado por 100 familias, no descartan sumar a más personas en el futuro, así como asociarse con otros particulares para llevar adelante las obras.
Contactos y la Gran Espera por la Respuesta Municipal
Para aquellos que deseen conocer más sobre el movimiento o sumarse a él, pueden contactarlos a través de sus redes sociales, tanto en Facebook como en Instagram, buscando «Sin Techo No Hay Patria». El número de teléfono de contacto es 467446.
Con la demanda habitacional en Olavarría superando las 7000 personas, según el registro municipal, «Sin Techo No Hay Patria» se presenta como un «granito de arena» fundamental. El modelo de financiación de obras que proponen es similar al que se aplica en Sierras Bayas, donde los adjudicatarios abonan los costos de la infraestructura. Actualmente, el movimiento se encuentra a la espera de una reunión con la Dirección de Relaciones de la Comunidad del Municipio para presentar formalmente su propuesta.
Esta iniciativa no solo ofrece la posibilidad de un techo, sino que también representa la esperanza de un futuro más digno para un número significativo de familias olavarrienses.