La pobreza no nació con

«La pobreza no nació con la llegada de la pandemia, con ella se continúa recrudeciendo»

«La pobreza no nació con la llegada de la pandemia, con ella se continúa recrudeciendo», así lo dijeron en un comunicado Barrios de pie.

«Los datos estadísticos dan veracidad de la economía real percibida por cada consumidor que ve diezmado su salario, acercándolo al más del 40 % de las familias que se encuentran bajo la línea de pobreza o peor aún, no superando los ingresos suficientes para superar el índice de indigencia, donde se encuadra a un 11% de la población».

Por otro lado, «la pobreza no nació con la llegada de la pandemia con ella se continúa recrudeciendo», «hay dos factores que hacen posible que el descontento social no se refleje con tanta presencia en las calles, por un lado, el contexto de pandemia, que influye en las grandes aglomeraciones de personas compartiendo un mismo espacio donde se imposibilite el cumplimento de los protocolos establecidos y, por último, la emisión de ayudas sociales».

«Dentro de este último, con gran esmero mediático el gobierno anunció un aumento del importe percibido en el programa, “tarjeta alimentar”, donde además extendió la franja etaria que antes solo abarcaba a las niñeces
menores a 6 años y que ahora los cubrirá hasta los 14; en beneficio de familias en situación de vulnerabilidad económica y precariedad laboral. Pero la alegría de poder acceder a más o mejores alimentos, duró poco ya que, los aumentos de los bienes que pueden comprarse con esa tarjeta, la dejan casi al borde de la ineficiencia».

A su vez «no podemos estar seguros de cuál sería el precio del pan, si se hubiera concretado la expropiación de “vicentin”, bajo el slogan de “soberanía alimentaria”, tal hazaña se vendió mucho pero la sostuvieron poco, unas pocas semanas después, el gobierno flaqueo ante el embate de los medios de comunicación monopólicos quienes expresaban en sus titulares los intereses de sus aportantes a los cuales los funcionarios no lograron sostener la pulseada, devolviéndole la firma a manos de sus dueños, y es así que el aumento de los precios de la materia prima llegarán a las góndolas, que impactará en el costo del pan, llevándolo a unos 200 $ por kilo y, a partir de hoy regirá un incremento en el valor de los combustibles, impulsado por YPF, la empresa con dominio mayoritario del Estado y recuperada con el fin de lograr, “soberanía energética”, en favor del país y quien utilice este recurso, al que hoy debemos restringirnos».

«Pasada esta etapa el gobierno volvió a retomar una vieja carta, “los precios cuidados”, que tuvieron iguales resultados que en su primera puesta en marcha, y nunca los cuidaron, solo les sirvió para que, a los días siguientes, funcionarios y militantes oficialistas se tomaran la foto llevando a la práctica la medida, en esa línea, se publicita el acuerdo de venta a determinados cortes de carne a importes populares, los cuales fueron desmitificados por los consumidores. Notamos que, en la realidad del pago de los mismos, no percibimos ningún tipo de cese, de hecho, los datos nos lo expresaron, superando para algunas consultoras, más del 50% de inflación durante el 2020».

También «para este año el gobierno nacional proyectó una inflación del 29%, solo en estos meses ya superamos el 16%, es decir que a partir de mayo deberíamos empezar a sumar a menos del 1% para lograr tal meta, si eso no sucede y el número se sostiene mes a mes, llegaremos a diciembre con un número superior al 48%».

«El Gobierno que pregonó, “el trabajo dignifica”, es hoy un creador de ayudas sociales, donde algunas de ellas son direccionadas a dedo, como la entrega de mercadería a comedores y merenderos comunitarios, y el acceso a determinados programas de asistencia, que resguardan en beneficio de las organizaciones que los acompañan, en desmedro de agrupaciones que no se les alinean».

Para finalizar mencionaron «no desentendemos la crisis política, económica y laboral del gobierno de Macri y vidal pero, debemos apartarnos en solo culpabilizar a esas políticas y a la pandemia, y reconocer que las decisiones de los distintos estamentos gubernamentales, nos están acorralando a un callejón que nos puede dejar parados en similares condiciones a lo acontecido al comienzo de este siglo en nuestro país».

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