Investigan otra estafa a la Dirección de Escuelas, ahora con carga de combustible
La Justicia bonaerense investiga una nueva estafa contra la dirección general de Cultura y Educación bonaerense (DGCyE), a través del uso de tarjetas de débito autorizadas para la carga de combustible a unidades de esa repartición. Por el hecho el empleado de una estación de servicio de La Plata fue detenido ayer, mientras que un compañero se suicidó hoy en el baño del comercio y se investiga si su decisión está vinculada al hecho.
Según se informó, la nueva estafa quedó al descubierto ayer, cuando la policía detuvo a un hombre que viajaba en una camioneta de alta gama por la ruta provincial 36, en cercanías de La Plata. En el control, los efectivos descubrieron que el sujeto tenía 15 tarjetas de débito en su poder, cuya existencia no pudo justificar.
Al indagar en el caso, la Justicia determinó que las tarjetas pertenecían a la DGCyE, y eran utilizadas para cargar nafta en los vehículos del organismo. La sospecha es que el playero las utilizaba cuando alguien le pagaba en efectivo, quedándose con el dinero e imputando la venta al Estado.
El fiscal del caso, Juan Cruz Condomí Alcorta, ahora investiga si el detenido, identificado como Walter Cejas, es parte de una organización mayor en la que uno o más empleados de la Dirección de Escuelas facilitaron las tarjetas, y se quedaban con parte del botín.
La sospecha está motivada en que las tarjetas solo podían usarse para la carga de combustibles en vehículos del organismo. «Cada tarjeta corresponde a un vehículo, ahora buscamos determinar si fueron 15 choferes quienes entregaron las tarjetas o fue una persona que tenía acceso a ellas desde la administración, lo que sería más factible», indicaron fuentes judiciales, que señalaron además que por el momento no se detectaron más plásticos en poder de otros empleados.
Tras la detención de Cejas, Condomí Alcorta ordenó allanamientos en la casa del acusado y en la estación de servicio, en donde se secuestró documentación contable. Además, solicitó información a la DGCyE para determinar quién pudo haberle facilitado las tarjetas al playero, ya que las mismas eran recargadas cada una o dos semanas. «Se está revisando la documentación para averiguar quiénes son los responsables administrativos», dieron fuentes de la investigación.
Por el momento, el único acusado quedó detenido por el delito de «fraude en perjuicio de la administración pública». Los investigadores descubrieron que, pese a trabajar como playero, poseía una camioneta y un auto de alta gama. En ese sentido, estiman que la estafa es de vieja data, ya que las tarjetas estaban pronto a vencer.(DIB)
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