Del otro lado del árbol: donde aún viven los sueños de Pilar
Del otro lado del árbol: donde aún viven los sueños de Pilar, es un espacio pensado y hecho para los chicos desde tres grandes dimensiones: educación, salud y arte. La lucha de una madre que se convirtió en memoria de su hija y un lugar de contención que se replicó en nuestra ciudad.
Del otro lado del árbol era el libro que estaba leyendo Pilar cuando le detectaron cáncer y la pequeña voló hacia el sol y la luna. Su mamá acunó un mundo de textos para la niñez y lo convirtió en uno de los más importantes en la Provincia de Buenos Aires, ya que la Biblioteca se replicó en varios lugares y nuestra ciudad no fue la excepción.
A los cinco años le detectaron cáncer y fueron los cuentos en especial su favorito “Del otro lado del árbol” los que se convirtieron en las “ventanas de otros mundos” durante sus tratamientos médicos. Tras más de diez meses de quimioterapia y juegos ya que su familia decidió que a pesar del dolor ella no pierda la alegría, la pequeña voló hacia el sol y la luna, pero a tres meses de su fallecimiento y el día que hubiese cumplido 6 años su familia inauguró en honor a ella una de las bibliotecas infantiles más importantes.
La convocatoria empezó con una carta en su cuenta de Facebook, una manta de colores y una decena de libros que la familia tenía en su casa. El lugar elegido fue un galpón en medio de un parque icónico para los platenses, el Parque Saavedra, y justo enfrente al Hospital de Niños de La Plata, hasta que finalmente pudieron tener la biblioteca allí y de esta manera transformar el dolor en el arte que sana y salva.
Andrea Fernández fue quien vio la historia por Facebook y decidió contactarse con Paula, para poder replicarlo en nuestra ciudad, fue un año y medio de construcción del proyecto, nos contó mientras hacíamos la entrevista y el sol entraba por las ventanas aumentando la sensación de calidez que reina en la biblioteca. Andrea es parte del grupo «somos un equipo horizontal pero soy la que se encarga de coordinar básicamente las propuestas culturales y soy la que está desde el inicio».
En el interior se pueden observar origamis, colgantes, juegos, libros y más libros, si uno recorre solo con la vista el lugar ya puede saber de qué trata el cuento “Del otro lado del árbol”, duendes, espacios sonoros, el barco pirata y un espacio de sueños.
«En Olavarría es una réplica, se trabaja con los derechos que tienen que ver con los niños. En el 2012 fue la primera vez que nos reunimos como grupo y fuimos itinerantes porque no teníamos espacio físico entonces fuimos recorriendo plazas, barrios, fuimos a las localidades, lugares donde nos invitaban con mantas, canastos, propuestas de taller, eso lo que sucedía era que la gente nunca sabia donde estábamos por más que anunciáramos en redes por ahí no leían y la convocatoria era bastante menor y además era un esfuerzo extra de cargar todo, llevar todos los materiales y traerlos hasta que encontramos esto que era un galponcito en el parque Helios Eseverri, en un espacio que casi no se usaba.
En el 2013 lo pedimos al Municipio a la gestión que estaba en ese momento y nos lo cedieron en comodato, era un espacio que no se podía habitar estaba muy desordenado, se usaba solo para guardar herramientas entonces fue el trabajo de transformarlo otra vez, eso es muy simbólico para nosotras siempre porque la esencia básica de la biblio es transformar algo que parece que ya no tiene vida en un proyecto lleno de luz y de color, entonces toda esa transformación fue con un albañil que nos ayudo y nos asesoró con el trabajo voluntario de todas las familias y de muchísimas personas, fueron tres meses de trabajo en el verano, fue una experiencia muy linda porque el ir transformando entre todos este espacio le dio el sentido de pertenencia ya la gente empezó a saber que estábamos acá y aunque no vieran en redes el estar siempre en un mismo lugar era el sentido de pertenencia del grupo».
También la biblio trabaja con instituciones educativas, además todos los fines de semana tienen una propuesta cultural diferente y les fue quedando chico el espacio por lo que tuvieron que agrandar, Andrea nos contó que tuvieron que hacer papeles y tramitar la personería jurídica para poder recibir subsidios tanto de provincia como de nación para las bibliotecas populares, así como también Municipales. Presentaron un proyecto en el Concejo Deliberante que se denomina Pilar “soñamos que esta hectárea sea un polo infantil, literario artístico y recreativo que son las siglas del nombre”, también pudieron acceder a conabip. Además fueron declarados de interés Legislativo Municipal Provincial a raíz de una ordenanza del Concejo Deliberante, “lo sienten como un reconocimiento a su trabajo”, menciona.
Cuentan con 500 familias que son socias, para poder seguir sosteniendo este proyecto en el tiempo, “queremos que la gente siga colaborando más, que nos conozca y que podamos seguir permaneciendo”, ya que en el lugar son seis personas que trabajan totalmente gratis, es por este motivo en el cual menciona que la gente los acompañe.
Para finalizar Andrea dijo “hay que escuchar más a los chicos pero en serio y que cuando los escuchen reflexionen lo que les dicen, porque a veces queda muy bonito escuchar a los chicos pero si no hacen nada es lo mismo, si los escucho tengo que ser coherente y responder a lo que dijeron o pidieron y que son sujetos de derecho.
No hay que esperar a que crezcan, están ahora y porque esto es urgente, el daño que estamos haciendo los adultos y toda la sociedad en esto de estar tan apurados, metidos en nuestros problemas y sin tiempo para los chicos va a ser irreparable, ya se está notando pero va a ser irreparable en unos años”.
“Me quedo con una frase de una referente que dice que le vamos a tener que explicar cosas a los chicos, pero ya se las tenemos que estar explicando, y no nos damos cuenta que las huellas que se dejan en esa edad son irreparables, apelo a que sean buenos recuerdos en las infancias, al menos nosotros estamos acá trabajando para que eso suceda y ojalá que toda la gente que pueda colaborar y acompañar se sume”.
Dónde queda Del otro lado del árbol y de qué se trata la historia
Una niña encuentra una cabaña en el bosque. Curiosa, espía por la ventana y ve a una anciana muy extraña, de aspecto temible. Asustada, huye y se esconde tras un árbol, hasta que luego descubre que no todo es lo que parece.
La mujer misteriosa sale y se sienta al otro lado del mismo árbol. Pronuncia las únicas palabras que hay en todo el libro: «Había una vez…», y de su boca emerge un personaje increíble, un dragón amigable que juega con la niña y la deja montar sobre su espalda. Ríen y juegan juntos hasta que, al final, desaparece de la misma forma en que había aparecido: vuelve a la boca de la anciana. La pequeña se sienta feliz junto a la viejecita, del mismo lado del árbol, pues ya no le teme.
«Había una vez…» son palabras mágicas para cualquier niño. Ponen en marcha su imaginación, pueden espantar los miedos y embarcarlos en un viaje de colores y sorpresas, sueños y alegrías.
Además, los bellos y sobrios dibujos de la conocida artista, francesa de origen iraní, Mandana Sadat, dejan espacio para que la fantasía de cada niño lo rellene a su gusto.
Es un álbum perfecto para enseñarle a los pequeños que no hay que juzgar a los demás por su aspecto, que lo desconocido puede resultar inesperadamente hermoso, que se pueden crear vínculos de amistad y afecto aunque seamos diferentes y que todos llevamos adentro alguna historia que contar y que merece ser compartida.
Imágenes de la biblio en Olavarría: