En la tarde de este jueves, Loma Negra, compartió la tarea que realizan con el objetivo de cuidar a sus trabajadores y a la comunidad en general de la cual son parte hace muchos años.

En la carta menciona que desde que comenzó la cuarentena específicamente el 16 de marzo, Loma Negra licenció a todos aquellos colaboradores de la planta que integraban los llamados «grupos de riesgo de planta»,  es decir los mayores de 60 y las personas con enfermedades preexistentes y redujeron al mínimo las tareas no operativas habilitando la modalidad de Home Office para todos aquellos en condiciones de hacerlo.

El día 20 de marzo pasaron a un esquema más estricto parando los hornos, suspendiendo todas las tareas operativas y limitando la asistencia a la planta a 2 personas por turno, más enfermeros y vigiladores, con funciones de control, seguridad y mantenimiento. Ese mismo día comenzaron a implementarse las primeras medidas de bioseguridad y se pusieron en marcha los protocolos de actuación de Servicio Médico y Medicina Laboral.

El 13 de abril reinciaron las tareas de Molienda y despacho, con un estricto protocolo que establecía dotaciones reducidas, entrega de Kits de desinfección personal, toma de temperatura en transporte al personal, reducción a la mitad de la cantidad de personas en el transporte, distanciamiento Social, entrega de elementos de protección sanitaria con recomendaciones para su uso, difusión de información y capacitación sobre prácticas de operación Segura, adecuación espacios comunes para garantizar la distancia y reemplazo de la fichada de huella personal por el método de tarjeta sin contacto.

Unas semanas más tarde, con la validación de los protocolos de actuación por parte de la Secretaría de Salud del Municipio, organizaron los equipos de trabajo en células autónomas e independientes para garantizar la trazabilidad y minimizar los contactos estrechos en el ámbito laboral y adecuando al nuevo nivel de actividad el uso de medios de transporte, vestuarios, comedores, oficinas y lugares comunes.

Desde el día 22 de mayo comenzaron a implementarse tests de olfato en el ingreso a la planta, como medida adicional para la detección de síntomas asociados.

Ya en el mes de junio y ante la necesidad de la reparación mayor de los hornos de cemento que se hace todos los años en las plantas, ampliaron los protocolos de actuación y  volvieron a validarlos de modo de poder trabajar con un esquema consensuado con las autoridades que garantice la salud y el distanciamiento.

Sumaron además simulacros de COVID-19 positivo para evaluar los procesos implementados y detectar oportunidades de mejora. Estos simulacros fueron realizados en conjunto con autoridades municipales y representantes de los trabajadores.

Idénticos criterios se utilizan desde que comenzó este proceso en la obra de ampliación de la segunda línea de L’Amalí, en la que participan empresas contratistas que se someten a los mismos estrictos protocolos.

Desde el primer día Loma Negra trabaja en forma segura.

Son perfectamente conscientes de que los colaboradores deben tener la tranquilidad de que cuando van a trabajar lo hacen en forma segura.

Por último dijeron «y estamos atentos a cualquier situación que pueda producirse, para actuar de inmediato en línea con los objetivos y protocolos que describí anteriormente. Nos cuidamos, cuidamos a nuestra gente y cuidamos a la comunidad».