Anuario 2019: el desdoblamiento que no fue y el adiós de Vidal del poder

El año arrancó con una premisa del vidalismo: instalar el desdoblamiento de las elecciones para que no se realicen en la misma fecha que las nacionales. Desde el entorno de la gobernadora tenían en claro que el arrastre negativo de Mauricio Macri complicaría el futuro bonaerense de María Eugenia Vidal. Los números de las encuestas así lo vaticinaban. Sin embargo, desde el entorno íntimo de Macri y Marcos Peña no querían darle vuelo a esa estrategia.

Pese a ello, en enero se reunió una Comisión Bicameral bonaerense para analizar el desdoblamiento, algo que duró sólo pocos días. La negativa del PRO más duro hizo que el vidalismo saliera el 29 de enero a asegurar que los comicios de la provincia serían en consonancia con Nación, el 27 de octubre.

La decisión fue confirmada por el Jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, quien señaló que la gobernadora «no se sentía cómoda con eso, ella quiere darle previsibilidad a los bonaerenses, no quiere que se lea que está especulando electoralmente».

Paralelamente y como forma de compensar su gesto, Vidal reactivó el reclamo al Gobierno nacional para que se indexe el llamado Fondo del Conurbano, lo que suponía por ese entonces ingresos adicionales por unos $ 19 mil millones para el Tesoro bonaerense, y supeditó a la concreción de esa medida el inicio de nuevas obras públicas para este año. Este punto era clave para reactivar una economía parada y no perder terreno en la disputa electoral.

[blockquote style=»1″]El dato Vidal había sido elegida gobernadora en 2015 con el 39.4% de los votos al vencer a Aníbal Fernández que sacó contra el 35.2%. Cuatro años después cosechó el 38% frente a 52% de Kicillof.[/blockquote]

En este contexto y hacia abril, las colectoras se metieron en escena. Luego que firmara un decreto a pedido de Vidal para evitar que los partidos lleven listas colectoras en las elecciones, el peronismo advirtió que irá a la Justicia para intentar sostener esa posibilidad, mientras que el massismo, por ese entonces separado del kirchnerismo, criticó al Gobierno pero no se sumó al contragolpe en Tribunales. Sin embargo, esa jugada después terminó complicando los movimientos del oficialismo.

Con la llegada de agosto, el sueño de la dirigente de Cambiemos con mejor proyección en el país llegó a su final. Axel Kicillof obtuvo en las PASO 1.698.278 votos más que ella, algo así como 17 puntos. Un golpe durísimo que ni el paquete de «alivio» que anunció el Gobierno nacional pudo revertir en octubre. De hecho, allí empezaron los primeros contactos sobre la transición, que siguió con más fuerza tras el 27 de octubre.

Pero fue tras las primarias que la figura de Vidal se desdibujó. Si bien más cerca de los comicios de octubre reapareció en actos junto con Macri, no fue con la frecuencia que reclamaron desde el lado del presidente. Las urnas confirmaron el triunfo de Kicillof, quien habló de provincia «arrasada». Ella se anticipó a la crítica que haría el electo gobernador en la Asamblea Legislativa e hizo en conferencia de prensa su propio balance de gestión. Luego, entregó los atributos y hacia el final de año blanqueó su relación sentimental con el periodista Enrique Sacco. (DIB) FD

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